La Casa Real Mexicana: El Príncipe Iturbide

Una vez proclamada la Independencia y terminada la Segunda Regencia en 1821, se instauró en México el I Imperio Mexicano en manos de Agustín I, culminado en 1823.

En abril de 1864, Maximiliano de Habsburgo, aceptó la corona que le ofrecía el elemento conservador mexicano, y arribó al país con su esposa, Carlota de Bélgica. No habían tenido hijos. Entonces se pensó en la posibilidad de adoptar y educar para el porvenir, como príncipes del Segundo Imperio, a los dos nietos de Agustín I, el pequeño Agustín, de dos años, y el jovenSalvador, que contaba quince, llamados quizá algún día a reinar México en nombre de su abuelo: Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu, Agustín I de México.

Salvador, fué enviado a Francia, donde recibía educación adecuada para un heredero al Trono, ya que la mejor forma de gobierno que podía tener México, era una monarquía hereditaria en manos de mexicanos. Agustín por su parte, crecía en México junto con los Emperadores.

En 1866, la situación del Imperio se tornó crítica, con la historia que ya conocemos. Al ser restaurada la República, la figura de Emperador se vió eliminada, aunque Agustín a la muerte de Maximiliano, conservó el Título de Príncipe Iturbide hasta 1925, año en que murió. En ese momento, el Título de Príncipe Iturbide pasó a manos de su sobrina, María Josefa de Iturbide y Mikos de Tarrodhazá, la hija mayor de su fallecido primo, Salvador.

María Josefa se casó en 1908 con el barón húngaro Johann Nepomuk Tunkl, con quien tuvo dos hijas: María Ana y Gisela, que fueron registradas con el apellido compuesto Tunkl-Iturbide.

María Josefa murió en Rumanía en un campo de concentración en 1949, por ser acusada junto a su segundo esposo, Charles de Garriere, de monárquicos y de «peligro para el pueblo».

Al morir María Josefa, el Título de Príncipe Iturbide, debería de ser portado por ella, pero al ser soltera y de acuerdo con su madre y su hermana Gisela, casada con Gustavo Von Götzen, el Título pasó a manos del hijo de estos dos, el condeMaximiliano Götzen-Iturbide, actual Príncipe Iturbide.

Maximiliano Gustav Richard Albrecht Agustin von Götzen-Iturbide, nació el 2 de marzo de 1944 en Hungría. Contrajo matrimonio en Melbourne, Australia en 1990 con Ana María Von Franceschi, con la que tiene dos hijos: Fernando Götzen-Iturbide, heredero de la familia imperial mexicana, nacido en 1992; y Emanuela Götzen-Iturbide, nacida en 1998.

El Príncipe Iturbide, Maximiliano reside en Perth, Australia, siendo un importante hombre de negocios. No tiene actividad política, aunque se sabe depositario de una gran tradición histórica y personificación de las Casas Reales de Habsburgo e Iturbide. No aspira tampoco al trono.

Según el Artículo 12° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: “En los Estados Unidos Mexicanos no se concederán Títulos de Nobleza, ni prerrogativas y honores hereditarios, ni se dará efecto alguno a los otorgados por otro país”, no se reconocería entonces a Maximiliano von Götzen-Iturbide como Emperador de México, ni tan siquiera como Príncipe Iturbide, debido a que son Títulos de nobleza y Honores Hereditarios, pero…

Maximiliano es Húngaro naturalizado Australiano, por tanto no es mexicano, ni reside en México, por lo que puede portar con libertad el Título de Príncipe Iturbide Heredero al Trono Imperial de México, e incluso el de Emperador de México. Y si la Constitución no lo prohibiera y consagrara a México como una monarquía, él sería nuestro gobernante legítimo.

En el Artículo 39° de la CPEUM que a la letra dice: “La Soberanía Nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo el poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo el tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Si en un momento dado el pueblo quiere que regrese la monarquía y hace cambios a la Constitución, es posible que volvamos a tener en México una Monarquía y consagrarse así el III Imperio Mexicano en manos de Maximiliano II o de sus herederos.